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prevención, tratamiento y recomendaciones generales

 

prevención, tratamiento y recomendaciones generales

ALERGIAS PRIMAVERALES

Las alergias primaverales tienen una alta incidencia en la población y conllevan trastornos dermatológicos y respiratorios

Para la Real Academia Española, la alergia es un “conjunto de fenómenos de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo, producidos por la absorción de ciertas sustancias que dan al organismo una sensibilidad especial ante una nueva acción de tales sustancias, aún en cantidades mínimas”. Para el común de la gente, es una enfermedad a veces rara e inexplicable y generalmente molesta.

Alergias; a qué se deben?

La alergias primaverales, como todas la alergias, están compuestas por factores orgánicos y psicógenos, dicho de otro modo, se trata de factores combinados que se asocian a los momentos de aparición del síntoma, desarrollo, mantenimiento o incluso en su desaparición. En todos los casos de alergia, se produce una exposición a un componente alérgeno que viene a convertirse en el estímulo externo que provoca la respuesta alérgica.

El sistema inmune es el encargado de desplegar eficazmente las defensas del cuerpo ante los componentes externos que suponen un riesgo para el organismo. Lo que ocurre en el proceso alérgico es que el sistema inmune identifica como elemento amenazante a cierta sustancia que en principio no debiera identificarse como amenazante. Por ejemplo, el polen que no supone un riesgo real para el organismo se identifica como amenazante y el cuerpo da una respuesta defensiva ante ese estímulo, provocando numerosos síntomas que generan malestar. Así como el polen, que es una partícula del aire, se pueden identificar como elementos amenazantes sustancias que se ingieren, partículas de contacto o incluso situaciones específicas (estas últimas respuestas alérgicas se dan en aquellos diagnósticos de origen meramente psicógeno). Lo habitual es que se combinen los factores orgánicos propios (elementos hereditarios como la atopía o la predisposición genética), junto con factores psicógenos (como la ansiedad, astenia, estrés, o la presión). Por lo tanto, las alergias son respuestas complejas que vienen definidas por factores diversos.

Alergia estacional en primavera

El cambio de estación trae consigo cambios climatológicos que afectan directamente a las personas, ya que implica una adaptación a lo nuevo que viene. Si antes hacía frío, la primavera trae la calidez. Si antes los árboles estaban secos, la primavera trae el nacimiento de las hojas nuevas y con esto las plantas comienzan su desarrollo estacional convirtiendo las vistas frías de los paisajes de antes, en verdaderos cuadros de color con vitalidad y energía. Este cambio que se produce, no es exclusivo de las plantas, de hecho, los animales que van con el compás de la naturaleza, también atraviesan cambios y es muy frecuente que, en primavera, se dejen ver más de cerca porque salen de sus escondites.
Las personas vivimos también estos cambios, pero con el proceso de cambio nos encontramos de frente con elementos específicos que nos traen la activación de las alergias: las plantas son en la mayoría de los casos los alérgenos más comunes en esta época.

Polen y Gramíneas, las más frecuentes alergias primaverales

La alergia al polen es una de las alergias más frecuentes del mundo, y en España se estima que hay unos 7 millones de alérgicos al mismo. Los síntomas varían desde afectación ocular y nasal (rinoconjuntivitis) hasta el asma, pasando por reacciones alérgicas de la piel y en casos extremos shock (anafilaxia). La alergia al polen puede darse en cualquier época del año, pues en cada estación del año polinizan ciertas plantas, pero es en primavera cuando es más habitual.

El polen de las gramíneas (familia de plantas herbáceas con cerca de 12.100 especies conocidas) está detrás de la inmensa mayoría de las alergias primaverales en España. El Comité de Aerobiología de la SEAIC destaca que la sensibilización a este tipo de plantas predomina en el Centro y el Norte del país, mientras que en el litoral Mediterráneo la presencia de Parietaria Judaica (una maleza) relega la alergia a las gramíneas en un segundo plano. En el Sur de España, la alergia al polen del olivo es también frecuente.

Las condiciones climatológicas tienen una gran influencia, cuanto menos llueva, más potente será la alergia primaveral.

Algunos de los síntomas más comunes:

– Picazón en la nariz, paladar, garganta y ojos.
– Estornudos y congestión nasal.
– Ojos llorosos, conjuntivitis.
– Dificultad para respirar, tos y pitidos.

Prevención y Tratamiento de las alergias

Unos meses antes de empezar el cambio de estación, es conveniente fortalecer el sistema inmunitario para conseguir que los síntomas de la alergia se atenúen. Entre los alimentos que podemos usar, tenemos a nuestro alcance el REISHI (Ganoderma lucidum), hongo que se emplea desde años para intentar mejorar dolencias respiratorias.

Recomendaciones:

– Las épocas de mayor polinización de cada especie concreta, trata de evitar la actividad o el ejercicio al aire libre en la medida de lo posible, especialmente a primera y a última hora del día.

– Si se va a estar bastante tiempo fuera, se recomienda usar gafas de sol y mascarilla.

– Evita automedicarte, acude a tu médico para que te paute la medicación para la alergia o ajuste la dosis en caso necesario.

– Si eres alérgico al polen, evita las flores o mantenlas al aire libre.

– Recuerda el factor psicógeno: es importante mantener salud interna y bajar los niveles de estrés para ayudar al cuerpo a reducir los síntomas.

– La dieta sana colabora con el fortalecimiento del cuerpo y sus defensas, es importante cuidar la nutrición y la ingesta de líquidos.

– Existen vacuna de la alergia o inmunoterapia.

– A veces se usan antihistamínicos.

– Es común utilizar productos para descongestionar la nariz, como agua de mar.

– Haz yoga o ejercicios suaves

– Combina los cuidados generales con el uso de complementos alimenticios destinados a fortalecer el sistema inmune.

Nuestras Recomendaciones Generales para los casos de alergia, consisten en hacer frente a los factores de aparición, que aunque son combinados se pueden abordar:

– Factor orgánico: hablamos del cuerpo, aquí hay que poner atención a todo aquello que suponga salud orgánica y fortalecimiento funcional, sobre todo cuidando el fortalecer el sistema inmunológico.

– Factor psicógeno: este factor es probablemente el más desatendido actualmente porque la tendencia es a cuidar el cuerpo; ya que se entiende que una alergia es algo corporal. Pero recuerda que el estrés, las tensiones, la presión o la ansiedad pueden intensificar los síntomas alérgicos e incluso desencadenarlos. Así que cuida de tu alma, mantén tu atención también en las necesidades emocionales y exprésalas.

– Alérgeno: Es el elemento identificado como amenazante. Por supuesto aquí, salvo que se trate de una terapia de exposición llevada por profesionales médicos, lo más recomendable, es no exponerse al alérgeno o en todo caso, intentar reducir el grado de exposición.

Por último y sintetizando más aún las recomendaciones para los casos de alergia, recuerda que la salud va más allá de lo orgánico. Si sufres de alergias, protege tu exposición al alérgeno en la medida de tus posibilidades, fortalece tu sistema inmune todo lo posible, atiende tus emociones en todo lo que puedas y verás como se reducen significativamente los síntomas de forma más integra y consistente.

INKANAT 2019
I . Puerto (Ing. Q, especializada en alimentación)
K. Vernice (Ing. Q, directora técnica)
I. González (Mg. Psic, psicoterapeuta)

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